Los manifestantes se reunieron el domingo frente al Consulado General de Suecia en Estambul para expresar su indignación por la decisión de Suecia de permitir actividades antiislámicas en su territorio.
Se vio a los manifestantes blandiendo copias del Corán como símbolo de su indignación.
La manifestación fue motivada por recientes acontecimientos en Estocolmo y Copenhague, donde a activistas anti-islámicos se les permitió profanar y quemar copias del Corán, el libro sagrado del Islam.
La respuesta de la comunidad musulmana turca a este acto fue rápida y decisiva, lo que dio lugar a una manifestación pública contra la supuesta incapacidad de las autoridades suecas para proteger los valores islámicos.
